martes, 25 de junio de 2013

EL CINE SPLENDID Y “EXTASIS TROPICAL”



Íbamos con mi primo Horacio al cine Splendid en nuestra primavera hormonal y viril.
Vuelvo a empezar.
Con “El Horacio” -mi  primo- íbamos a ver a la Coca Sarli al Splendid… a su anatomía en general pero concretamente a una parte…o –mejor dicho- dos partes de ella en particular.
Otro error.
Con mi primo Horacio íbamos a los “trasnoche sin cortes” del Cine Splendid. Quedaba –como todo el mundo sabe frente a la estación de servicios de libertador y …. 
La fauna que se veía era variopinta, pero en generalmente eran adolecentes de sexo masculino cocinándose en el caldo de la propia testosterona. Por ese entonces el cine Splendid era el único  hábitat adecuado para contener estas huestes de efebos con la imaginación brotada.  Estamos hablando de principio los años ochenta, plena dictadura militar; el pleistoceno de internet. Lo más osado que se podía ver era a “la Coca Sarli” actuando mal, pronunciando peor, y duchándose desnuda en algún rollo de celuloide filmado por Armando Bo. Naciendo con espíritu de clásico ¿Vio?
Entonces caíamos al Splendid que –como todo el mundo sable- publicitaba su cartelera mediante coches con megáfonos que circulaban por puntos estratégicos de San Juan. El “locutor” estiraba las palabras de los títulos de los films con un dejo entre licencioso y negligente. Tratando de capturar futuros clientes supongo. Funcionaba.
Con mi primo Horacio teníamos la teoría que en realidad se proyectaba siempre la misma película, que cambiaba de nombres, formas y accidentes pero  – y cual arquetipo platónico- en realidad era una, única; y se llamaba “Éxtasis Tropical”. Daba lo mismo quien la dirigiese, quien actuase o cómo la publicitasen.
Debo decir otra cosa, el cine Spledid fue el primer cine que yo conozca que sufría de esquizofrenia aguda  o –como el dios romano Jano- tenía dos caras bien marcadas y opuestas: La de matiné y la de trasnoche sin cortes.
En la primera cara -la de matiné- viernes, sábados y domingos por la tarde desfilaban todos los personajes de Disney: Mikey, Donald, Bamby, Dumbo  y todo eso. Filas de infantes de las manos de madres y abuelas yendo a ver dibujitos animados con sus mejores ropas.
En la de trasnoche sin cortes: “Éxtasis Tropical” con todas las variaciones posibles e imaginables.
El “Síndrome de Jano” afectaba también al operador del cine, al que le llamábamos “el hermano Mila”. Me explico: Mila era evangélico y el único trabajo que había conseguido para mantener a su familia era el de operador en el Splendid. Su pastor le había dicho que el trabajo estaba justificado ante los ojos de Dios por la mitad de la matiné, pero que en la “otra mitad” debía orar y evitar mirar. Cumplir con su deber de operador, pero no caer en tentación de Satanás. Entonces Mila, siguiendo los consejos de su mentor espiritual, cometía errores garrafales en los cambios de rollo, lo que generaba quemazones constantes de película y la silbatina hiperbólica del público. Un atractivo surreal más del cine.  
Si debo ser absolutamente sincero, asumo que en el Splendid fui iniciado también en los placeres del cine “clase B”: craso, puro y duro;  no vinculado necesariamente al erotismo. Vi las peores películas de horror de la historia del cine y de mi vida. Las más bizarras, las más desatinadas,  las más splatter pero -parábolas de la vida- esas que hoy son consideradas “de culto” por los cinéfilos norteamericanos: “La tumba de Poe”, “Dr. Death”; toda la saga de “Viernes 13”, ¡Ojo! también Anniversary con Bette Davis  etc. etc. etc.
Hace poco volví a San Juan, tenía que dictar el módulo de una maestría. En el  camino obligado del remis, de paso a la facultad, estaba la puerta del  Splendid hoy convertido en un negocio anodino. Sentí en carne propia la sensación que Piglia describe magistralmente en su novela “La Ciudad Ausente”. Ese paisaje urbano que alberga parte de nuestro recuerdo, de nuestro pasado, de nuestra vida. Que es el mismo,  pero que ha cambiado…ergo, ya no es el mismo.

miércoles, 17 de abril de 2013

DIME COMO TE ENTIERRAN Y TE DIRE QUIEN ERES

Existe en acto un gran cambio en las costumbres tanatológicas que empezó a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado. Hasta ese momento, los deudos eran obligados a mantener ciertas prácticas, ciertos ritos que acentuaban más el dolor por la muerte del ser querido. La vestimenta, el color negro, el silencio sepulcral. Todo era parte del mismo proceso. No se podía escuchar música. En la casa reinaba el silencio absoluto y solemne. Solamente se podía hablar en voz baja. El velorio se realizaba en la casa del fallecido y no hacerlo significaba una ofensa. Se contrataban lloronas profesionales para que se lamentaran en público (eran parte del servicio aunque no se lo admitiera). Durante un año la familia llevaba luto total y el segundo año era solo de medio luto. En las décadas del ’30 y ’40 se implementó una banda de luto color negro en el brazo izquierdo para los hombres. Se entregaban sobres y tarjetas en agradecimiento al haber concurrido y acompañado a los deudos. También se daba esquelas con la foto del fallecido donde se detallaba el lugar de la ceremonia religiosa, el entierro y oraciones en su memoria. El día de los muertos era una fecha importantísima, los cementerios se llenaban de gente de negro riguroso y de chicos con ropas blancas o claras, según la clase social.

Hoy en día las cosas cambiaron. Se puede afirmar que el país se divide en dos realidades opuestas: las grandes urbes y el interior. En las grandes ciudades algunos ritos se abreviaron y otros desaparecieron. Los velorios son más cortos, hay menos tiempos para la despedida del fallecido. Antes se daba una semana de duelo por fallecimiento de un ser querido; hoy si no vas a trabajar te echan. Quizá porque la expectativa de vida se ha prolongado; antes los duelos eran sucesivos y llegaban a temprana edad. Hoy la gente prolonga su existencia hasta los 80. Eso pospone la muerte y hace que haya menos signos de luto presentes en la cotidianeidad. Antes se intentaba preservar la memoria del fallecido a través de fotografías y objetos que remitieran a su recuerdo. Hoy las personas quieren vivir placenteramente. Hay una negación al sacrificio que hace que el luto sea visto como una gran tristeza inevitable que hay que tratar de gestionar ( y sacarse de encima) lo más rápido posible. Al negar la ética del sacrificio se pierde la idea de “deuda con los muertos”. Uno va al cementerio porque tiene una deuda afectiva y hoy… ¿Qué deuda hay?

El filósofo Darío Sztanszrajber va mucho más allá en su análisis: “Vivimos en un mundo donde la pérdida se piensa en términos mercantiles. Uno no puede tomarse el tiempo para conectarse con algo que pierde, porque es “perder el tiempo” Tiene que ver con la tiranía de la mercantilización de la existencia, que mide todo en términos de ganancia, y cuando hay un muerto, si hay algo que no hay es ganancia”, explica.

Actualmente en Argentina solo el 3 o 4% de las personas fallecidas son veladas. Algunos las llevan directamente al cementerio, sino hacen una “despedida” de 2 o 3 horas en una sala velatoria. Se hace por practicidad de la familia. Todos están corriendo y todos se olvidan que tarde o temprana vamos a estar ahí.

Hace poco tuve que ir al cementerio, noté que al final de la ceremonia, los deudos aplaudieron, como si se tratara del final de una obra de teatro, la caída del telón y el actor que termina con su efímero cometido.

miércoles, 27 de marzo de 2013

EL BLUES DEL NEO-SEPARADO: ROUND DOS

Mi amigo Daniel es abogado. Cultor del boxeo. Cuarenta y ocho largos. Vivió con varias mujeres antes y después de casarse. Se está separando de su tercera (oficial). Cada vez que nos juntamos a tomar un café me jura que las entiende menos. Yo le pongo la oreja. Sé que es un momento difícil. “¿Cómo estás Dany?”; le disparé la última vez dándole la oportunidad a desahogarse. “Estoy en la etapa del espejismo de volver, pero como ya la conozco, estoy resistiendo como un duque, me siento orgulloso de yo mismo Tano: never come back!”; “¿O sea?”; le espeté desconcertado. “Es la primera fantasía -me aclara- aunque pocos lo reconozcan. Se trata de un sueño fugaz. Una locura. Un gesto instintivo que surge después de las primeras semanas de separado. En algún momento todos coquetean con la idea de volver…, a menos que la separación haya sido una versión local de “La Guerra de los Roses”, claro. Pero el recule exitoso no es un arte fácil ¿Me entendés? las segundas partes nunca fueron buenas: Pensá en Rocky II, Matrix II, La Guerra de las Galaxias II, El Señor de Los anillos II… pura bosta. Sé que es una generalización lo que digo pero ¿Qué querés? En el fondo uno -animalito de Dios- de un solo saque ha perdido la hembra y la caverna. Uno se siente un poco así. Imposibilitado de volver al ruedo. Fuera de forma. Entumecido. Con la sonrisa nerviosa de quien acaba de recibir un cross a la mandíbula. Esperás, esperás y la campana salvadora no te suena”.

“Pero me contaste que tu ex te llamó llorando” – le dije confundido.

“Es la táctica de Alí contra Foreman, pura acción psicológica–me contestó sin dudar -Mi ex llora como en una novela venezolana, pero en realidad está tejiendo su red. Sabe lo que hace: es una mujer que ablanda al oponente, lo desgasta, lo demuele, lo deglute pese a su aparente impermeabilidad (me dice boxeando el aire y esquivando golpes imaginarios)¡Carlitos Monzón hubiese estado orgullosa de ella!. Ya le ha dado resultado antes esa estrategia. El cinturón del campeón en este caso es el papel de divorcio con su victoria escrita sobre él, aunque – como dijo Sartre - “una victoria narrada en detalles no se la puede distinguir de una derrota” (¡Qué lo parió al franchute, tenía razón che!)

-“Yo creí que Rosita había cambiado de opinión, que quería negociar - le digo- por eso las lágrimas”

-“Difícilmente un hombre pueda cambiar esencial, profundamente a una mujer Tano. Ellas, siempre más fuertes de lo que uno imagina, solo aceptarán moverse algunos centímetros en su estructura interna, y muchas veces como una concesión, digamos…, política hacia nosotros. En el fondo, no negocian nunca. Y nosotros ¿Qué hacemos eh? ¿Qué hacemos? – me repitió como tomándome lección- ¡las deseamos a lo bestia!. Somos deseantes permanentes de las minas y eso nos lleva a verlas según el cristal de nuestra necesidad: como bombas sexuales, como protectoras, como sabias consejeras, como hembras nutrientes, como madres de nuestros hijos – los tengamos o no- o maravillosas compañeras de ruta. En un principio nos enamoramos de todas ellas, mientras que ella seguirá siendo ontológicamente una sola: la misma. Inalterable. Entonces puede suceder que alguna vez, y por alguna esotérica razón sintamos (o no) que nuestra amada no alcanza a cubrir toda esa demanda desmesurada nuestra… entonces viene la crisis. Entonces el varón débil –y todos somos varones débiles Tano- todos tenemos mandíbula de cristal - percibe que su mujer ya no satisface esa fantasía y huye despavorido. Se raja. Sale de cacería o a mascullar por ahí. El varón desconcertado, en esas circunstancias suele caer en la tentación buscar una chica-hot, en búsqueda del sedimento que falta ¿viste?. Estos picoteos difícilmente ponen en riesgo la pareja (y eso es lo que Rosita debería haber entendido). El hombre –si hay amor- siempre vuelve a lo seguro, a su mujer. Al rompecabezas inicial… ¿Me entendés?

-Esperá, sí no entendí mal vos -cercano a la crisis de los cincuenta- buscaste un gato para reivindicar tu masculinidad y tu ex te atrapó…

-Yo no lo expondría así, es una sobresimplificaicón muy dura, pero en esencia es eso…

- Entonces Dany dejáme decirte algo a) que a Rosita lo único de frágil y diminutivo que le ha quedado es el nombre. b) En este momento es Tyson a los 20 años, con mandíbula de piedra, garra demoledora y va a ganarte el campeonato del mundo por nocaut. A cualquier precio. Negarlo es suicida y…

- Decime Tano (me cortó en seco) ¿Sabés algo de manejo avanzado de lavarropas? Acabo de comprarme uno y no sé por dónde empezar…



jueves, 21 de marzo de 2013

DEL TANGO COMO ESTEREOTIPO TURÍSTICO

Tendría que empezar este artículo diciendo que los Spots publicitarios tienden a utilizar personajes y situaciones simples, fácilmente clasificables (esto es estereotipos) para lograr en el receptor, mecanismos de identificación, de proyección y por lo tanto suscitar el deseo y a posteriori la venta. Pero no. Quiero escribir otra cosa. Escribir que cuando el 1 de octubre de 2009 se declaró al tango “patrimonio cultural de la humanidad”; los primeros sorprendidos (de estar vivos) hubieran sido la gente que, a fines del siglo XIX, se vio obligada a bailarlo en lugares ocultos; ya que se lo prohibió argumentando que el baile “incitaba a la lujuria”. Con esta negativa, lo que hicieron en realidad, fue iniciar un largo proceso de mitificación del dos por cuatro. El tango se refugió –entonces- en los “piringundines” o casas de baile frecuentadas por marineros, “milicos” licenciados, trabajadores, guapos y gente de la calle confirmando su origen marginal.

Los patios de los conventillos también sirvieron de escenario para aquella música donde se apiñaban los inmigrantes recién llegados de Europa, de los que el tango se nutrió hasta llegar un segundo idioma: “un pensamiento triste que se puede bailar” ... no en balde dicen que la mejor forma de escucharlo es a menos de cuatro metros, o a más de diez mil kilómetros de distancia. De hecho cuando estuve siete años viviendo a 11.124 kilómetros de la Argentina, yo -rockero consumado- en Italia (l´italia de mis abuelos) no hacía otra cosa que escucharlo.

Allí viví todas las peripecias de un inmigrante posmoderno que se precie de tal, y con ellas: el aislamiento, la soledad, la postergación permanente, el carácter tortuoso de los amores, la sensación de pérdida y la muerte cotidianas vividas entre esta nueva generación de italianos opulentos, que todos los días me preguntaban si yo era un extracomunitario haciendo oídos sordos a la fonética de mi nombre y apellido. ¿No escuchaban que era italiano? No.

¿Qué otra cosa podía hacer en Europa excepto convertirme a la melancolía de los tangos, que con sus letras parecían la columna sonora que describían mi día a día?

En Italia -ya no la de mis abuelos sino la que pisaban mis pies- aprendí a ser feliz con lo que hace doler, tal y como ellos hicieron en Argentina. Allí descubrí que la melancolía y el erotismo son maneras de tener lo no tenido. Con un par de auriculares clavados en la sien y viajando hacia trabajos más o menos provisorios, más o menos olvidables, más o menos desechables ( y extrañando a la vieja) aprendí que en el tango no existe la esperanza mística, no hay Dios ni dioses, solo fragmentos de memoria que te atormentan sin dar respiro. Aprendí que la historia de un hombre siempre se escribe con pasiones, nunca con razones. El tango habla de esas pasiones, donde los valores están en carne viva y con riesgo de hacerte perder el sentido de la existencia… si te descuidàs, (¡Chan, chan!)



PD: ¡Viva Adriana Varela (La Gata) y su voz ronca y quebrada!







lunes, 11 de marzo de 2013

SEPARADO NO SOLTERO (NUNCA REMIS).

Los solteros tienen amigos. Singles. Van en grupo. Forman manadas. Se los ve en confiterías, bares y aledaños. Se mueven con espíritu corporativo y aires de colmena. Se encuentran y despiden sin dramas, con extrema facilidad. El separado no. El separado pertenece a otra especie. Luego de la separación difícilmente regrese intacto al grupo nómade y libérrimo de los solteros. El famoso río de Heráclito (que son todos los ríos) pasó y el separado no es la misma persona. Pero aún no lo sabe. Por lo general, sus viejos amigos están casados o viven en pareja. Y ahí aparece el primer inconveniente que trae aparejado el divorcio. Porque por culpa de una ley natural jamás escrita, las parejas nunca se bancan a un amigo “suelto”. No lo toleran. Insisten en presentarle gente. Amigas, solteras, viudas, recién separadas, separadas, cualquier cosa. Mis hermanas durante el primer año de mi divorcio (y visto el nivel felino de mis acompañantes ocasionales) insistían en presentarme chicas virtuosas con las que rehiciera mi vida. Entonces armaban cenas inocentes, improvisadas o ensayadas donde ¡oh casualidad! siempre había una chica entre los comensales…todas fallaron.

Este sistema puede resultar fantástico o desastroso. Hay que admitir que la situación no ayuda para nada. Los candidatos están tensos, nerviosos, generalmente sufren de sobreactuación aguda, tratan de ser graciosos, inteligentes, simpático, cool etc etc. Aunque nadie lo demuestre, generalmente todos o la mayoría sufren como una parturienta.

La experiencia me dice que luego del divorcio las mujeres bajan de peso, se cortan el pelo, se compran ropa y suelen aparecer fantásticas a la vista del ex, incluso circulando con libros en la mano que en épocas de convivencia ni siquiera conocían (Osho, “El Kama Sutra Develado”, Deepack Chopra,“Toda la verdad sobre el Tantra” etc).

El hombre también se produce, se viste mejor, baja la pancita, toma sol, vuelve al gimnasio. Ya lo dijimos, son otros pero todavía no lo saben.

Ellas, teatrales, brutalmente sinceras, vomitarán todo (cuando digo todo quiero decir t-o-d-o) frente a sus amigas, llorarán en público y no ahorrarán detalles si hay otra mujer en el medio. El hombre no, o muy poco (hay excepciones en ambos sexos claro está); el hombre traga, disimula mal, miente peor y llora en soledad. Pero sufre como la gran siete, aunque se haga ver con una rubia siliconada del brazo. O dos.

Hace unos años atrás mi primo Enrique estaba recién separado y cocinándose en el caldo de su propio divorcio. Verónica una amiga en común, tuvo la brillante idea de organizar un almuerzo para presentarle una chica virtuosa.

-Va a ir mal- le dije a mi mujer.

-Vos siempre el mismo optimista - contesto ella.

-Enrique no lleva un mes de separado –agregué- es un suicidio.

En estos encuentros planeados por los amigos, hay estoicos y prudentes que evitan cualquier referencia a su ex. Pero muchos caen en la tentación y este fue el caso de mi primo, que no ahorró dardos envenenados contra su ex, pasando por una larga enumeración de sus defectos, y un regodeo casi masoquista en detalles de sus horribles experiencias. En fin, un típico ejemplar de neo-separado-gratinado. La amiga de Verónica -en los primeros dos minutos de la cita- se percató no solo que mi primo no la había registrado, sino que no lo haría por el resto de la velada. ¿Merece una condena ese hombre? ¿Exageraba? Quién sabe, la química de la atracción sigue leyes impredecibles. Al tiempo, unos seis meses, Enrique (ingeniero electrónico, CEO de una multinacional, ex hacker confeso, guitarrista de rock&blues) me llamó excitado para informarme lo siguiente:

-Encontré a la mujer de mi vida. Es bióloga.

-Humm ¿Y te interesa la biología?

-No pero tiene todo los discos de Hendrix y se sabe las letras de memoria. Recién me acaba de cantar Lover Man y Red House

-¿Y te vuelve loco por…. Hendrix?

-No, además tiene una remera ajustada con la cara de Clapton, la palabra “Blues”, un trasero y una delantera antológica… (No usó precisamente esas expresiones)

Mientras lo escuchaba, pensaba dos cosas 1) los caminos del Dios son infinitos 2) en aquella célebre -y nunca bien ponderada- frase del prestidigitador y pensador argentino Tu Sam: “puede fallar”. Y falló.

martes, 26 de febrero de 2013

LOS SECRETOS DEL VATICANO: VATI-LEAKS

La Iglesia católica vive hoy su peor momento en lo que va de este siglo y del siglo pasado. Las guerras entre la curia, la disputa por el dinero y el poder, la pedofilia tardíamente reconocida y sancionada están en el meollo de la uestión.

Lo que está aconteciendo en la Santa Sede empezaría a raíz de las filtraciones de documentos secretos fuera del Vaticano - los llamados “VatiLeaks”- una parte de las cuales fueron atribuidas a la traición del mayordomo del pontífice, Paolo Gabriele que (condenado a una pena casi simbólica y graciado por el Papa) hace pensar si no era el mismísimo Benedicto XVI, el que quería que los documentos se filtrasen a la opinión pública.

El año pasado el Papa nombró una comisión investigadora compuesta por tres veteranos y expertos cardenales: Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi. La comisión cardenalicia entrevistó a decenas de obispos, cardenales y laicos al cabo de lo cual quedó un retrato escalofriante del Vaticano: grupos de poder en disputa, confabulados según las distintas congregaciones religiosas o la región del mundo a la que pertenecen o sus preferencias sexuales. La investigación cardenalicia adelantó que altos jerarcas de la Iglesia podrían estar siendo víctimas de “influencias externas” a raíz de “sus relaciones de naturaleza mundana”.

El pasado 17 de diciembre la comisión le entregó su Informe final al Papa, “La Relationem” .El Diario La Repubblica y el semanario italiano Panorama (dos de los más prestigiosos cotidianos italianos) difundieron parte de “La Relationem”. En la misma hay muchos nombres, medios, instrumentos y circunstancias. La Repubblica escribe textualmente: “Por primera vez la palabra homosexualidad fue pronunciada en el departamento pontifical”. Mencionando el caso de monseñor Tommaso Stenico, suspendido tras una entrevista televisiva en la que contó de encuentros homosexuales en el Vaticano.

Otro personaje en la cuerda floja sería Marco Simeon, director de la RAI, la radiotelevisión italiana en el Vaticano, protegido del cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone. La RAI acaba de sacarlo del cargo. Simeon estaría relacionado con el centro “Priscilla”, adonde acudían personajes que deberían cuidar su fama de castidad.

Entre los lugares de encuentros que refiere en detalle “La Relationem”, según La Repubblica, figuran “un sauna en Quarto Millo”, un centro estético en el centro de Roma, una residencia universitaria en vía Trasone y una residencia privada “utilizada como domicilio romano por un arzobispo” del norte de Italia. En las mismas estancias vaticanas se consumaban los encuentros que una “lobby homosexual” controlaba.

La homosexualidad no está en discusión, pero sí la condena intransigente de una Iglesiaque durante varios siglos califico como “non sanctas” prácticas de este tipo.

El Vaticano negó de inmediato estas informaciones. El padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, juzgó que las revelaciones eran “fantasiosas” y que muchas cosas dichas eran “simplemente falsas”. El portavoz lanzó luego un duro ataque contra los medios: “No falta quien trata de aprovecharse del momento de sorpresa y de desorientación de los espíritus débiles para sembrar confusión y desacreditar a la Iglesia y a su gobierno, recurriendo a métodos antiguos como la murmuración, la desinformación y, a veces, la calumnia”.

El Papa, sin embargo, parece dar crédito al contenido de esa “desinformación”. Con sus declaraciones más recientes, Benedicto XVI aceptó como verdaderas las informaciones lanzadas por la prensa. Desde que el pasado 11 de febrero anunció en latín su decisión de renunciar, no ha cesado en sus declaraciones envueltas en reprimendas y dolorosas denuncias. El viernes, el Papa reconoció “el sufrimiento y la corrupción” que azotan al Vaticano. Luego, mirando hacia el concilio que debe nombrar a su sucesor, Benedicto XVI advirtió a los cardenales que “el diablo los ha prevenido: trabaja sin descanso para enturbiar la obra de Dios”.

Quienes conocen parte de lo que ocurre dentro de la Santa Sede señalan que el artículo de La Repubblica contiene datos exactos y verídicos. A ello se suma a la tormenta que, a medida en que se acerca la fecha de la renuncia del Papa se cierne sobre el cónclave que debe designar al sucesor de Benedicto XVI. La polémica surge ahora porque se plantea una disyuntiva en torno de la presencia o no en el cónclave de los cardenales que ocultaron a curas pederastas y hasta los protegieron. Ese es el caso del cardenal Roger Mahony, responsable de la diócesis de Los Angeles y acusado de encubrir a lo largo de un cuarto de siglo a 129 sacerdotes implicados en abusos a menores. Los otros cardenales comprometidos con los mismos actos infames son el cardenal primado de Irlanda, Sean Brady, y el cardenal belga Godfried Danneels. Estos tres personajes son los más implicados en la protección que dieron a los pederastas pese a sus actos nefandos.

Día tras día, la caja de Pandora deja escapar sus peores siluetas. Los demonios que la curia ocultó durante décadas se pasean hoy como espectros resucitados por los pasillos del Vaticano: corrupción, sexo y dinero, una trilogía que deja atónita a millones de fieles en todo el orbe que no salen de su asombro.



martes, 12 de febrero de 2013

CUANDO EL PAPA PATEA EL TABLERO

Para algunos es y será para siempre el papa de los zapatos rojos marca Prada, el pastor de los enredos políticamente incorrectos o el sucesor más bien opaco de la “estrella” que fuera Juan Pablo II. Y para otros, tal vez, un señor mayor y algo tímido, pero ciertamente un pontífice más sonriente y más amable de lo que imaginaban quienes esperaban ver un rottweiler inquisidor sentado en el trono de Pedro. Lo cierto es que Benendicto XVI acaba de hacer lo que hace varios siglos no hacía un papa: renunciar al trono de San Pedro. Y parece ser que razones no le han faltado en los últimos años. Joseph Ratzinger enfrentó una lucha intestina sin precedentes en la Santa Sede, que jaqueó a sus hombres de mayor confianza, ventiló documentos escandalosos de los palacios vaticanos y abrió -hacia ya casi dos años- el juego sobre las especulaciones del paso al costado del Sumo Pontífice.

En el último tiempo que precedieron a la renuncia, los vaticanistas de los principales medios italianos se regodearon con una serie de filtraciones nocivas para la cúpula eclesiástica que rápidamente despertaron comparaciones con WikiLeaks. Los archivos revelados dan cuenta de sospechas de corrupción en las licitaciones inmobiliarias del Vaticano, manejos financieros irregulares en el Banco Vaticano e incluso de un supuesto y disparatado complot para asesinar a Benedicto XVI.

Los expertos coinciden en que detrás de la fuga de documentos existe una guerra palaciega entre dos sectores de los purpurados. Al parecer, las filtraciones forman parte de una “rebelión de monseñores” contra Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano y mano derecha de Ratzinger. Las fuentes vaticanas consultadas por los especialistas sospechan que detrás de la embestida está la mano de Angelo Sodano, un influyente veterano diplomático que antecedió a Bertone en su cargo y sirvió a Juan Pablo II durante más de quince años.

Cuando asumió, todos esperaban que Ratzinger condujera un Papado “de trancisión”. Pero el Papa alemán se propuso sanear la imagen de la Iglesia, afectada por numerosos casos de pedofilia y corrupción, y avanzó con investigaciones incómodas para algunos miembros de la “vieja guardia” de la Curia romana. Bertone, dicen, fue el artífice de esa política de mano dura. Aunque no había hecho carrera dentro del cuerpo diplomático del Vaticano, Benedicto XVI lo escogió en 2006 para la Secretaría de Estado porque había trabajado bajo su órbita cuando era cardenal.

“Bertone rompió un pacto de silencio y ahora la vieja guardia busca vengarse”, dijo a la revista argentina Perfil el año pasado, el vaticanista español Jesús Bastante. Esa hipótesis explica el carácter selectivo de las filtraciones: todos los archivos que se conocieron dejan mal parados a Bertone y sus hombres.

La lucha de poder, sin embargo, tiene otra dimensión de más largo plazo. Comenzó a dirimirse nada menos que la sucesión del actual Papa. Siete de los 18 nuevos “cardenales electores” –aquellos con derecho a votar en la elección del Sumo Pontífice– que designó Ratzinger son italianos, y seis de ellos son amigos de Bertone.

Sus enemigos ven con desagrado cómo el secretario de Estado prepara el terreno para que, luego de dos sucesivos Papas no italianos, la conducción de la Iglesia vuelva a manos de quienes han tenido su monopolio durante más de 450 años.

Mientras la interna de los cardenales hacía temblar los cimientos del Vaticano, las filtraciones hablaban de un Ratzinger al margen de los asuntos de gobierno y “aislado en su propio mundo”, interesado en sus libros y sus sermones, como indicaron a los medios fuentes anónimas de la Curia. “Benedicto XVI es un Papa teólogo y su única preocupación pasa por la pureza a nivel religioso”, hasta que “el papa teólogo” les pateó el tablero…

No es la primera vez que ocurre una lucha intestina en el Vaticano. En el siglo XIII, el Papa Celestino V habilitó la renuncia papal en el derecho canónico.

“A fronte praecipitium a tergo lupi” (Al frente un precipicio y los lobos a la espalda). Con esta frase poco feliz L’Osservatore Romano definió -poco antes del aviso de la renuncia- la situación de Benendicto XVI debido a las luchas intestinas y las revelaciones de Vatileacks. Todo parece indicar que El sumo Pontífice hubiera saltado al vacío. Los lobos al borde del precipicio deberían tenerlo más presente que nunca.





Fuentes:



http://actualidad.rt.com/sociedad/view/47683-VatiLeaks-El-Papa-convoca-a-varios-cardenales

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/47186-Vaticano-la-mano-del-diablo-est%C3%A1-detr%C3%A1s-del-VatiLeaks

http://actualidad.rt.com/actualidad/view/45457-El-mayordomo-del-Papa%2C-garganta-profunda-del-VatiLeaks

http://actualidad.rt.com/sociedad/view/44989-VatiLeaks-un-libro-provoca-ira-de-Santa-Sede

http://www.perfil.com/ediciones/2012/2/edicion_651/contenidos/noticia_0056