miércoles, 27 de marzo de 2013

EL BLUES DEL NEO-SEPARADO: ROUND DOS

Mi amigo Daniel es abogado. Cultor del boxeo. Cuarenta y ocho largos. Vivió con varias mujeres antes y después de casarse. Se está separando de su tercera (oficial). Cada vez que nos juntamos a tomar un café me jura que las entiende menos. Yo le pongo la oreja. Sé que es un momento difícil. “¿Cómo estás Dany?”; le disparé la última vez dándole la oportunidad a desahogarse. “Estoy en la etapa del espejismo de volver, pero como ya la conozco, estoy resistiendo como un duque, me siento orgulloso de yo mismo Tano: never come back!”; “¿O sea?”; le espeté desconcertado. “Es la primera fantasía -me aclara- aunque pocos lo reconozcan. Se trata de un sueño fugaz. Una locura. Un gesto instintivo que surge después de las primeras semanas de separado. En algún momento todos coquetean con la idea de volver…, a menos que la separación haya sido una versión local de “La Guerra de los Roses”, claro. Pero el recule exitoso no es un arte fácil ¿Me entendés? las segundas partes nunca fueron buenas: Pensá en Rocky II, Matrix II, La Guerra de las Galaxias II, El Señor de Los anillos II… pura bosta. Sé que es una generalización lo que digo pero ¿Qué querés? En el fondo uno -animalito de Dios- de un solo saque ha perdido la hembra y la caverna. Uno se siente un poco así. Imposibilitado de volver al ruedo. Fuera de forma. Entumecido. Con la sonrisa nerviosa de quien acaba de recibir un cross a la mandíbula. Esperás, esperás y la campana salvadora no te suena”.

“Pero me contaste que tu ex te llamó llorando” – le dije confundido.

“Es la táctica de Alí contra Foreman, pura acción psicológica–me contestó sin dudar -Mi ex llora como en una novela venezolana, pero en realidad está tejiendo su red. Sabe lo que hace: es una mujer que ablanda al oponente, lo desgasta, lo demuele, lo deglute pese a su aparente impermeabilidad (me dice boxeando el aire y esquivando golpes imaginarios)¡Carlitos Monzón hubiese estado orgullosa de ella!. Ya le ha dado resultado antes esa estrategia. El cinturón del campeón en este caso es el papel de divorcio con su victoria escrita sobre él, aunque – como dijo Sartre - “una victoria narrada en detalles no se la puede distinguir de una derrota” (¡Qué lo parió al franchute, tenía razón che!)

-“Yo creí que Rosita había cambiado de opinión, que quería negociar - le digo- por eso las lágrimas”

-“Difícilmente un hombre pueda cambiar esencial, profundamente a una mujer Tano. Ellas, siempre más fuertes de lo que uno imagina, solo aceptarán moverse algunos centímetros en su estructura interna, y muchas veces como una concesión, digamos…, política hacia nosotros. En el fondo, no negocian nunca. Y nosotros ¿Qué hacemos eh? ¿Qué hacemos? – me repitió como tomándome lección- ¡las deseamos a lo bestia!. Somos deseantes permanentes de las minas y eso nos lleva a verlas según el cristal de nuestra necesidad: como bombas sexuales, como protectoras, como sabias consejeras, como hembras nutrientes, como madres de nuestros hijos – los tengamos o no- o maravillosas compañeras de ruta. En un principio nos enamoramos de todas ellas, mientras que ella seguirá siendo ontológicamente una sola: la misma. Inalterable. Entonces puede suceder que alguna vez, y por alguna esotérica razón sintamos (o no) que nuestra amada no alcanza a cubrir toda esa demanda desmesurada nuestra… entonces viene la crisis. Entonces el varón débil –y todos somos varones débiles Tano- todos tenemos mandíbula de cristal - percibe que su mujer ya no satisface esa fantasía y huye despavorido. Se raja. Sale de cacería o a mascullar por ahí. El varón desconcertado, en esas circunstancias suele caer en la tentación buscar una chica-hot, en búsqueda del sedimento que falta ¿viste?. Estos picoteos difícilmente ponen en riesgo la pareja (y eso es lo que Rosita debería haber entendido). El hombre –si hay amor- siempre vuelve a lo seguro, a su mujer. Al rompecabezas inicial… ¿Me entendés?

-Esperá, sí no entendí mal vos -cercano a la crisis de los cincuenta- buscaste un gato para reivindicar tu masculinidad y tu ex te atrapó…

-Yo no lo expondría así, es una sobresimplificaicón muy dura, pero en esencia es eso…

- Entonces Dany dejáme decirte algo a) que a Rosita lo único de frágil y diminutivo que le ha quedado es el nombre. b) En este momento es Tyson a los 20 años, con mandíbula de piedra, garra demoledora y va a ganarte el campeonato del mundo por nocaut. A cualquier precio. Negarlo es suicida y…

- Decime Tano (me cortó en seco) ¿Sabés algo de manejo avanzado de lavarropas? Acabo de comprarme uno y no sé por dónde empezar…



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