lunes, 28 de diciembre de 2009

LOS TESTIGOS DE JEHOVA O EL APOCALIPSIS TAN ANSIADO


A mediados del siglo XIX en plena adolescencia, el hijo de un tendero en Pittsburg recibió un “llamado de Dios” para explicarle a los hombres no solo cual era su verdadero pensamiento, sino que él -Charles T. Russel- era el único en comprender las Sagradas Escrituras. En 1879 se autodenominó Pastor Russel fundando la revista “Atalaya de Sion” que posteriormente sería “La Sociedad de la Atalaya”. Russel –masón confeso- se obsesionó con la egiptología y la llegada del fin del mundo vaticinando varias fechas que nunca se cumplieron. Publicó siete tomos de “Estudios de las Escrituras” a los que equiparaba a la mismísima Biblia. Falleció en 1916 y fue sucedido por el abogado Joseph Rutherford (que se hacía llamar “juez” aunque nunca ejerció ese cargo) quien gobernó con gran autoritarismo. Puso mucho énfasis en la predica casa por casa y decidió que los miembros de su secta no participarían militarmente en la segunda guerra mundial. Lo que significó cárcel para muchos de ellos en EEUU y muerte para otros (en la Alemania Nazi). “El juez” tenía serios problemas con el alcoholismo…. y con la buena vida. Mientras sus “hermanos” la pasaban muy mal con la crisis del 29 “El juez” no escatimaba gastos: tenía dos Cadillacs e hizo construir una mansión palaciega en un exclusivo barrio en San Diego California para albergar a los “hombres fieles de la antigüedad” (David, Moisés, Abraham, Isaac, Jacob) quienes se suponía “resucitarán” de un momento a otro. Mientras esto sucedía se instaló en ella, con sus dos jóvenes y bellas secretaria y enfermera personal, hasta su muerte ocurrida en 1942. Escribió un libro en 1920, donde profetizaba que el Armagedón (fin del mundo) llegaría en 1925. Durante el período de su sucesor Nathan Khnorr se puso énfasis en la capacitación del feligrés que va de casa en casa, se le dio mucha importancia a rechazar las transfusiones de sangre. En 1950 se realizó una nueva traducción de la Bilblia bajo su supervisión. Nathan –guante de seda en puño de hierro- Knorr, mucho más discreto que su predecesor, pero afecto también a los lujosos restaurantes, a los Cadillacs y las funciones de Broadway llegó a la conclusión que el fin del mundo llegaría en 1975. Se pospusieron operaciones, se vendieron casas, jóvenes abandonaron sus estudios, se dejaron trabajos para predicar a “tiempo completo”, la inminencia de un fin que nunca llegó. Sus sucesores Franz y Henschell han mantenido la misma posición ideológica de los presidentes anteriores pero le han quitado dramatismos al anuncio del Armagedón, no le han puesto mas fechas desde 1975.
La doctrina de los Testigos de Jehová es apocalíptica, anunciaron el fin del mundo para 1914; 1925 y por última vez 1975 equivocándose siempre. Hoy siguen hablando del fin de “este sistema de cosas” pero no especifican una fecha. Esta vez no quieren fallar. No creen en la divinidad de Jesús y rechazan la inmortalidad del alma. Ahora bien, no todos se salvarán. Según esta organización solo 144.000 “ungidos” o elegidos serán llevados a cielo para encontrase directamente con Cristo y regirán la vida de los que queden en la tierra. Los que permanezcan y sean Testigos de Jehová, sobrevivirán en la tierra llevando una vida plena sin ascender al cielo. El resto (todos los No Testigos de Jehová) serán aniquilados. Creen que es satánico todo lo que este fuera de la organización: todo. Por esto se mantienen aislados de la sociedad teniendo una extensa lista de prohibiciones para los adeptos: no se debe cantar ni reverenciar nada que ensalce la bandera, la patria o cualquiera de sus símbolos. No se deben leer novelas, ni libros, ni diarios, ni revistas o ver televisión. Las mujeres no deben usar pantalones. No se puede ser deportista profesional, ni participar en loterías o juegos de azar. No se debe brindar con la copa en alto, no se debe ayudar a mendigos y pordioseros. Matrimonios y noviazgos fuera del culto están totalmente desaconsejados, Satanás esta en todos lados excepto en la organización.
En los últimos años crecieron las denuncias contra los testigos de Jehová en todo el mundo por encubrir las acusaciones de abuso sexual contra menores dentro de distintas congregaciones. El tema salió a la luz cuando el New York Times sacó una extensa nota sobre abusos sexuales a menores en todo los Estados Unidos. En él se relataba como William Bowen, devoto Testigo y “anciano” de una congregación de Kentuky fue expulsado de la misma por haber hecho público el abuso a un menor por parte de otro líder anciano. Bowen actualmente ha formado una ONG llamada “Silentlambs” (ovejas amordazadas) para dar apoyo a las víctimas de abuso sexual dentro de la congregación. Ha recopilado 5000 informes de abuso sexual contra niños. Además afirma que la organización guarda datos de acerca 23.000 personas que en EEUU, Canadá, Europa y América Latina estuvieron involucrados en estos menesteres.
En la Argentina la secta estuvo prohibida en 1950 por el presidente Perón y en 1959 por el gobierno de Frondizi. EN 1984 recuperaron la legalidad por resolución 264 del satánico Registro Nacional de Cultos.

Fuentes: “Shopping Espiritual” de Alfredo Silleta Mr Grupo Editorial Planeta 2007
Diario New Cork Times, 11 de agosto del 2002. http://www.silentlambs.org/; johnhenrykurtz.blogspot.com/ 2008_03_02_archiv...

3 comentarios:

Pelatusar dijo...

Impecable descripcion de una de tantas lacras humanas, que como tantas, nadie conoce ni se preocupa en entender.
Excelente man! Tendrias que seguir con alguna breve descripcion de las demas, no te parece? Ya estoy esperando esas otras.

Anónimo dijo...

muy interesante.

Claudia Bossio

wendy balsam dijo...

interesantísimo, de todos modos, presiento que voy a vomitar... ya vuelvo...