domingo, 6 de septiembre de 2009

DESPENALIZACIÓN


El estilo de vida que hemos creado no basa su razón de ser en la satisfacción de las necesidades del individuo, sino en su contrario: la perenne insatisfacción. Diseñadores de modas y de autos, supermercadistas, almaceneros, peinadores, manufactureros, etc. etc. necesitan un individuo constantemente insatisfecho para que consuma y que la economía no se “enfríe”. El famoso “círculo virtuoso” del consumo de los economistas. Entonces siempre debe haber un producto más lujoso, un coche más grande, un celular mejor, un producto de última generación, un accesorio que no viene en serie, un modelo que no tenemos.
De todos los papeles que puede desempeñar el ciudadano contemporáneo, la vida actual promociona particularmente dos: el de consumidor y el de espectador. Y podríamos decir que el consumo de drogas recreativas no hace otra cosa que la consecuencia del constante ejercicio de ambos roles. Por otro lado –dicho sea de paso- los medios jamás reflexionan sobre cuál es el atractivo de consumir drogas (porque alguno debe tener en cuanto mantiene encandilada a gran parte de la población mundial).
Pero más allá de frivolizar sobre el tema, se puede decir que vivimos en un tiempo donde las emociones más fuertes y disímiles se nos ofrecen como cotidianas. En el que a diario –y mientras comemos- en la pantalla del TV, no solo nos bombardean con una publicidad que nos recuerda cuán “incompletos” o insatisfechos estamos, sino nos relatan las mayores tragedias, los éxitos más refulgentes, las alegrías y las desgracias más extremas. Contra eso nuestra pobre, gris y simple existencia mortal se queda corta. No hay como competir contra tanto abalorio y tanta fanfarria post-producida. Ante esto los jóvenes -sobre todo ellos- desean acceder a estas vivencias de alto voltaje que tanto se promocionan, ya que la existencia de las mismas para otros, es más que evidente. En ese contexto las drogas son un vehículo fácil para potenciar las emociones. Además, el repertorio de productos clandestinos o legales es tan amplio, que cada sábado a la noche se puede optar entre estar eufórico, relajado, hiperactivo, ensoñado o extasiado…. Por otro lado esto no es nuevo, ya lo decía el viejo tango a principios del siglo pasado:“no se conocía cocó (por cocaína) ni morfina, los muchachos de antes no usaban gomina”.
Las drogas se convierten en una indumentaria del ocio, como la ropa, el peinado o la música, la droga es un accesorio más. Solo hay que elegir el registro que se quiere explorar ese día y siempre hay una sustancia o combinación de sustancias que lo activen: si no pregúntenle a la gente que organizan “la previa” antes de entrar a bailar, que se afanan día a día en lograr combinaciones más locas que dejan cada tanto algún pibe en coma etílico.
La adicción adopta formas infinitas y se ha normalizado tanto que lo extraño es no tener ninguna, desde el consumo de pornografía, pasando por el alcohol, los tragamonedas, la TV, los videojuegos, el fútbol, Internet, la comida, el trabajo, el deporte o inhalar pegamento. Estados Unidos (el paraíso terrenal del consumo) cuenta con catorce millones de consumidores de drogas ilegales, doce millones de tomadores compulsivos, sesenta millones de adictos al tabaco, cinco millones de ludópatas (adictos al juego), quince millones de adictos a las compras.
Despenalizar, es un signo de madurez social, es reconocer que hay un problema, una disfuncionalidad colectiva profunda anterior al consumo de estupefacientes y de la cual el adicto es solo la consecuencia. Esto por no mencionar el consabido hecho que para que haya tráfico de sustancias ilegales, es necesario la existencia de silencios cómplices, de gente que mire hacia otra parte y no haga bien su trabajo, mientras los narcos hacen el suyo.

5 comentarios:

Rodolfo Ruiz dijo...

El tabaco es el mayor causante de muertes por cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias, sin embargo es legal, porque es claramente un negocio formidable tanto para las empresas como para los estados (por los tremendos impuestos).
¿Será que la marihuana está alcanzando una masa crítica de consumidores que hace que sea lo suficientemente rentable como para elevarla a la categoría de "legal"?

Daniel Mora dijo...

Amigo de la Vida... te estas metiendo en problemas con notas como esta. Aunque es la única manera de no aburrirse en esta vida (portate mal para pasarla bien), coincido en gran parte de los conceptos que expusiste en la nota.
Un dato interesante, normalmente la gente no muere por exceso de "droga" sino por el "exceso" de corte, como nadie lo certifica se estira con lo que se tiene a mano, O se fabrica con lo que venga. Es un dato interesante.
Avisa cuando vengas por la patria chica.

Alberto Pez dijo...

No te enloquesá, Nani!...fumate un churro que la vida vá...
Beso

Unknown dijo...

Hoy despenalizamos, aunque un espíritu exacerbado mate a un anciano a martillazo y la inseguridad sean un cmpañero de vida, una piedra más en esta mochila que todos llevamos; mañana debemos ser tolerantes por que en definitiva todos tenemos alguna adicción ya sea coleccionar tapitas de soda o el último psicotrópico de moda. Y con el incontestable argumento de que la sociedad actual no tiene fuerzas morales para sobreponerse a su propia decadencia y finalmente una remozada guerra del opio en donde todos deberíamos consumir por que asi se mantiene el imperio.
Creo que es como el tema del plano inclinado una vez que se inicia el descenso lo único que se puede preveer es un aumento en la velocidad de descenso.
Un abrazo
Amigo

Pelatusar dijo...

Buenisimo Armando, casi que de acuerdo en todo, casi como siempre coincidimos en este tema, que te podria decir ahora, avisa que nos comemos un asadito y charlamos abundante sobre cosas del ayer, el tiempo pasa Armandito, que manera de recordar nuestras vivencias, espectaculares por cierto, todavia tengo las fotos de la quebrada de Los Lagares, con el Omar y el Cricco, una reliquia.
Bueno man, te espero cuando andes por la zona de los vientos Zonda.
Abrazo y adelante siempre!!!!!!!